Patatas a lo pobre con pimientos
Este plato tradicionalmente se hace en una sartén al fuego, pero a veces se puede hacer asado al horno que resulta más fácil todavía y queda mucho más jugoso. Las patatas combinan muy bien con cualquier carne a la brasa, sobre todo si incluyen pimiento como esta receta.
Es una receta típica del centro de España, en especial de Castilla y Extremadura, hogar de conquistadores y de Don Quijote de La Mancha, quién seguro que ya consumía esta receta en sus tiempos.
Seguro que a ti también te gusta, como a todos los que lo prueban. Es un plato que nunca falla.
Compra estos ingredientes para 4 personas:
- 1 kilo de patatas
- 2 pimientos rojos grandes
- 2 pimientos verdes grandes
- 3 cebollas rojas grandes
- 6 dientes de ajo, en láminas
- 6 hojas de laurel
- 4 ramitas de tomillo
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida
Preparación de la receta paso a paso:
Encendemos el horno a 230 grados centígrados.
Ponemos una cazuela al fuego con abundante agua y sal a hervir. Pelamos las patatas y las cortamos en láminas de unos 7 u 8 milímetros de espesor, las ponemos en el agua, dejamos que llegue a ebullición y que cuezan durante 2 minutos. Después las escurrimos bien.
Pelamos y picamos en juliana las cebollas. Lavamos y secamos bien los pimientos rojos y verdes, les cortamos los tallos y les quitamos las semillas. Los cortamos en tiras de 1cm de ancho y los ponemos en una fuente apta para el horno con las patatas cocidas, la cebolla picada, los dientes de ajo, las hojas de laurel y las ramitas de tomillo.
Sazonamos todo con 2 cucharaditas de sal y mucha pimienta, y vertemos el aceite de oliva encima. Mezclamos todo bien con una cuchara para que se reparta la sal y el aceite por todos los ingredientes.
Introducimos la fuente en el horno caliente, y dejamos que se cocine durante 20 minutos, luego abrimos la tapa del horno, removemos todos los ingredientes y volvemos a introducirlo al horno durante 15 minutos más, hasta que las patatas empiecen a tomar un color dorado y las otras verduras estén bien tiernas y bien caramelizadas.
Apagamos el horno, sacamos la fuente, retiramos las hojas de laurel y las ramitas de tomillo, y servimos de inmediato en platos individuales.
Si lo vas a servir como un plato único, es mejor que lo acompañes de alguna proteína, como huevos fritos, jamón o chorizo. Pero si es una guarnición, es perfecta así como está.